viernes, 30 de abril de 2010

Niños y gafas de sol

Hace poco leí un artículo en el que se preguntaba si los niños necesitaban gafas de sol. La respuesta es obvia, por supuesto que sí, aunque no es necesario que se usen cada vez que se sale al exterior, pero sí durante largos períodos al sol.

Es muy importante evitar los daños que la radiación puede provocar en la visión de los niños, ya que las mayores lesiones por radiación se producen durante la infancia puesto que el cristalino no está totalmente formado y las agresiones son acumulables a lo largo de los años.
Pese a lo necesario que son, según las estadísticas solo un 2% de los niños usan gafas de sol.

Para prevenir futuros problemas se deben tomar más medidas que las que tendríamos nosotros mismos, puesto que los niños tienen una actividad física mayor que la que puede tener una persona adulta.
Es muy importante no exponer a los niños entre las 10 y las 14 horas y sobre todo no exponer a los niños menores de 12 meses directamente al sol.
Lo ideal sería que los más pequeños llevasen gorritos y gafas de sol para protegerlos de las agresiones de los rayos UVA.

Hay casos en los cuales es más importante que los niños las usen como lugares donde el agua, la nieve y la arena estén presentes ya que reflejan la luz y por tanto la radiación.

Es importante elegir gafas de sol que proporcionen protección máxima tanto de la luz ultravioleta A (UVA) como de la B (UVB), pero siempre deben estar homologadas para que no supongan un peligro para la vista.

Vision niños

Sistema optico:

El ojo es el órgano del sentido de la vista. Este recoge sensaciones ópticas o visuales realizando acciones específicas como mirar, observar y ver. El nervio óptico envía las sensaciones al área del cerebro que se encarga de interpretarlas, archivar la información o reaccionar ante ella gracias a las conexiones neuronales.

El nervio óptico está formado en la octava semana de embarazo, y el cerebro responde a la luz en la semana 27 ó 28. De hecho los prematuros de 30 semanas mantienen su mirada en figuras estimulantes.

Al nacer, el ojo tiene un diámetro aproximado de 17 mm. Y a los 3 años ha crecido hasta los 22,5 mm. A partir de esta edad suele aumentar a razón de 0,1 mm por año hasta los 14 años que alcanza el tamaño adulto, alrededor de 24 mm. Por lo tanto el mayor crecimiento después de nacer se realiza en los 3 primeros años de vida.

Control de la vista:

Tras el parto se comprueba la normalidad de la anatomía del ojo y el reflejo rojo del fondo del mismo. Despues el Pediatra comprueba la simetría y la movilidad ocular a través de pruebas como el reflejo rojo del fondo del ojo, la sensibilidad de la córnea a la luz o la agudeza visual. Es aconsejable una valoración en el primer mes de vida para comprobar que no existan malformaciones, aproximadamente a los 7 meses un examen que descarte el estrabismo, otra al año y medio para confirmar la evolución correcta y a partir de los 24 meses una revisión bianual como mínimo hasta los 14 años que el ojo alcanzará el tamaño adulto. Hay un grupo de niños y niñas más susceptibles de sufrir algún problema visual como los prematuros, los que sufren alteraciones metabólicas y los que tienen antecedentes familiares de problemas oculares. En estos casos el Oftalmólogo infantil realiza una evaluación después del nacimiento y un seguimiento posterior.

Evolución y control de la vista en niños:

Al nacer el ojo está anatómicamente formado, sin embargo funcionalmente tarda un tiempo en madurar, las células aún no tienen capacidad de ajuste a diferentes distancias y no pueden dirigir y enfocar correctamente.

En los primeros instantes sólo percibe fácilmente la sensaciones de claro y oscuro, la movilidad del ojo es muy limitada y la agudeza visual también. Pasadas unas horas percibe las imágenes a unos 30 centímetros de distancia en blanco y negro y reacciona cerrando los ojos y girando la cabeza ante una luz fuerte. Durante los primeros meses prefiere mantener su mirada sobre los colores que ofrecen mayor contraste y, entre las combinaciones, llama más su atención el contraste del blanco y el negro.

A los 15 días muestra una preferencia clara por los rostros y al finalizar el primer mes distingue la cara de la madre de las demás. Sin duda este logro se produce gracias a que en el momento de alimentarle el contacto visual entre la madre y el bebé es intenso y se realiza a una distancia aproximada de 30centímetros en la que el bebé ve la imagen con mayor nitidez.

La capacidad de seguir objetos en movimiento mejora rápidamente. Comienza por hacer un seguimiento visual de objetos grandes con mucho contraste en los colores y que se mueven deprisa para evolucionar con el paso de los meses hacia el seguimiento de objetos pequeños, de menor contraste y movimiento lento.

Con un mes percibe algunos colores como el rojo y el verde, además del blanco y el negro y durante el segundo mes manifiesta gran sensibilidad a los objetos brillantes, con preferencia hacia aquellos que se mueven.

En el tercer mes comienza a seguir con la mirada el movimiento de los objetos y cumplidos los 4 meses ya percibe con claridad a una distancia de 40 centímetros. En esta edad reacciona girando la cabeza y abriendo mucho los ojos cuando un objeto se le aproxima demasiado, también aparece la visión binocular porque el bebé empieza a enfocar los dos ojos al mismo tiempo. Gracias al dominio progresivo de esta habilidad percibe las tres dimensiones y podrá calcular la distancia a la que se encuentran las imágenes que ve. Cuando los niños y niñas sufren estrabismo carecen de visión binocular.

En el sexto mes percibe, además de los mencionados anteriormente, el color azul y el amarillo y progresivamente percibirá los valores y las intensidades de los demás, por eso a partir de esta edad los colores que más le atraen son vivos y brillantes.

Los síntomas de problemas en la vista en el niño o bebé

El sentarse muy cerca de la televisión, quejarse constantemente de dolor de cabeza y de ojos cansados, escribir cada vez más con la cara coladita al papel, sentir dificultad de leer a distancia, comprimir los ojos para ver algo que está alejado, perder el interés por la lectura y los estudios, tener dificultad para correr y parecer torpe en los movimientos, y presentar excesivo lagrimeo y escozor en los ojos, son algunas señales con las que puedes identificar si existen problemas o no con los ojitos de tu niño o niña.
Además de estos síntomas relacionados a la conducta del niño, existen otros directamente relacionados a la apariencia como:

- Cuando los ojos del bebé tiemblan o se desvian sin motivo alguno.

- Cuando los ojos no siguen la cara ni la voz de los padres.

- Cuando las pupilas de los ojos son demasiado grandes o pequeñas.

- Cuando las pupilas de los ojos no son escuras y sí opacas, como se tuviesen un filtro nublado.

- Cuando los ojos no se presentan alineados, y sí cruzados o volcados hacia fuera.

Alteraciones en la visión:

En lactantes sólo es posible valorar “que el niño ve”, es decir, que hay respuesta y reacciona a los estímulos de una luz, e incluso muestra algún seguimiento al movimiento de una luz brillante. Cuando el niño tiene una edad comprendida entre 2 y 3,5 años se utilizan tests de dibujos de objetos y animales que le resulten familiares. Entre 3,5 y 5 años la evaluación se puede hacer con signos y símbolos sencillos y fácilmente identificables. A partir de los cinco años ya se pueden utilizar también los números.

La capacidad de visión del niño va aumentando con el transcurso del tiempo. Siendo conscientes de la relatividad de estos datos diremos que, al mes de nacer, el niño tiene un 5% de la visión que alcanzará de adulto. Esta capacidad pasa a ser del 20 % entre los 2 y los 4 meses, alcanzado entre un 30% y un 40% al cumplir un año. Sólo cuando el niño cumple 3 ó 4 años alcanza el 100% de la visión.

Con independencia de estos tests de visión, conviene evaluar no sólo la capacidad visual sino también otros aspectos de la visión que tendrán un protagonismo importante en el desarrollo motriz e intelectual del niño. En este sentido, nos gustaría dejar clara la importancia del conocimiento del sistema visual humano y su desarrollo de forma que los padres puedan colaborar en el diagnóstico y prevención de los problemas que pueden incidir de manera especial en esta etapa infantil y que pueden ocasionar graves trastornos en la formación, la psicología y las capacidades intelectuales y sociales del niño.

La hipermetropía:

Las imágenes se forman detrás de la retina dificultando la visión de cerca y aunque con gran esfuerzo de acomodación se puede conseguir que se formen en la retina, las consecuencias pueden ser el cansancio visual, el dolor de cabeza y, si no se corrige, incluso llegar al estrabismo.

Cuando el bebé nace suele sufrir una hipermetropía de unas 3 dioptrías debido a que el ojo tiene una longitud axial pequeña. A los 3 años más o menos se alcanza el estado de refracción correcto, aunque esta hipermetropía de evolución puede alargarse hasta los 6 u 8 años.

En el caso de la miopía la imagen se forma antes de llegar a la retina disminuyendo la agudeza visual de lejos.

El astigmatismo:

está producido porque la curvatura de la córnea tiene la forma de un balón de rugby y al enfocar una imagen las líneas horizontales y verticales se confunden.

El estrabismo:

Supone la desviación de un ojo o de los dos en alguna posición de la mirada. Hasta los 6 meses suele ser habitual la desviación ocasional de la mirada.

Defectos visuales más frecuentes.

El ojo vago (Ambliopía)

Hablamos de ojo vago cuando uno o los dos ojos no alcanzan la agudeza visual esperada sin causa orgánica que lo justifique, aún llevando gafas con la graduación adecuada para corregir las dioptrías.

Este tipo de anomalía visual afecta al 2-4 % de la población y puede tener distintas causas:

a) En el ojo no se produce una estimulación suficiente y se desvía (estrabismo).

b) La calidad de las imágenes recibidas por el cerebro no es la adecuada por un problema de dioptrías (defectos de refracción)

c) No llega estímulo suficiente al cerebro: oclusiones prolongadas de los ojos, cataratas, alteraciones corneales,... ya que para el desarrollo visual adecuado el cerebro debe recibir impulsos nerviosos procedentes de los ojos, no sólo de la misma intensidad sino también de un tamaño y forma adecuadas.

Tratamiento del ojo vago

Consiste básicamente en estimular el ojo que está retrasado e incluye tres pasos:

1. Eliminación de los obstáculos a la visión.

2. Graduación adecuada.

3. Oclusiones para la estimulación de la visión del ojo vago.

La eficacia del tratamiento guarda una importante relación con la edad a la que se inició el mismo, y vamos a explicar por qué.

El desarrollo del aparato visual dura hasta los 8 años aproximadamente. Hasta esta edad es teóricamente posible recuperar un ojo vago, aunque la eficacia del tratamiento depende mucho de la edad a la que éste comience. A partir de esa edad la agudeza visual queda "fija" y no es posible recuperar más visión. Puesto que la visión queda "fija" a los 8 años, ésta será la edad máxima hasta la que podamos tapar los ojos para tratar un estrabismo.

Por eso, debemos empezar cuanto antes a detectar la posible existencia de un problema de este tipo. En general toda ambliopía es recuperable si se empieza a tratar antes de los 3 años y medio, por lo que las revisiones ordinarias de prevención de ojo vago deben comenzar a esta edad (además, el niño ya puede colaborar más activamente en la exploración). Generalmente se realiza una segunda valoración entre los 5 y los 6 años.

El estrabismo

El estrabismo es la desviación de los ojos con pérdida de la alineación ocular. La desviación puede producirse hacia la zona nasal, hacia fuera o puede ser vertical.

Generalmente viene asociado a la ambliopía (ojo vago). Incluso puede ocurrir que el estrabismo no se manifieste de forma frontal y, sin embargo, haya alguna limitación en el movimiento de los ojos en otra posición. Muchas veces el estrabismo llega a producir tortícolis, una desviación de cabeza y cuello hacia uno de los hombros del niño. Por eso, en todo paciente con tortícolis es conveniente valorar los movimientos oculares.

Son varias las causas que pueden provocar un estrabismo: ojo vago, defectos refractivos, fibrosis, parálisis de algún movimiento ocular o síndromes congénitos. El estrabismo tiene distintos tipos de tratamiento en función de su origen, edad del paciente y evolución. Para su corrección pueden utilizarse gafas, cirugía o ambos sistemas.

Defectos de Refracción

El desarrollo del sistema visual de los niños se produce al compás del desarrollo del ojo. El ojo es como una cámara de fotos (Círculo Novovisión nº1) que enfoca en la retina. Al crecer el ojo este enfoque puede cambiar y pueden aparecer los defectos de refracción (dioptrías) que conviene tratar a tiempo.

Al principio, casi todos los niños tienen algo de hipermetropía, que va desapareciendo con el tiempo. Este problema de hipermetropía en los niños se compensa por la gran capacidad de acomodación del enfoque del ojo en los primeros años (ver apartado presbicia).

La graduación en los niños muy pequeños la efectuamos en ocasiones mediante una técnica llamada ESQUIASCOPIA, que consiste en el estudio de las sombras que se producen en la retina al enfocar con una luz, habiendo dilatado previamente la pupila. Estas sombras son diferentes según veamos una miopía, hipermetropía o astigmatismo. De acuerdo con los resultados de la esquiascopia se tratará el problema en cuestión.
Una vez más, seguir el desarrollo del sistema visual en el niño de forma periódica es el mejor camino para un tratamiento adecuado de los problemas visuales.

La ceguera

Es el mayor problema de la vision, la ceguera. Una persona funcionalmente ciega es aquella que no ve nada (ciego total) o que solo posee percepción de luz u otros destellos. Las causas de esta discapacidad residen en:
- Enfermedades de origen hereditario como cataratas congénitas, renitis, miopía degenerativa, etc.
- Enfermedades de origen congénito: atrofía del nervio óptico, pérdida de la agudeza visual, rubéola durante el embarazo.
- Trastornos de origen traumático: en la retina, excesiva administración de oxígeno en la incubadora, retinopatía diabética, desprendimiento de la retina.
- Trastornos producidos por tumores, virus o tóxicos: tumor en la retina, inflamación y degeneración del nervio óptico.

http://sapiens.ya.com/eninteredvisual/ftp/evolucion_y_revision_de_la_vision.htm

http://www.clinicasnovovision.com/web/salud_2.aspx

http://www.guiainfantil.com/salud/ojos/vision.htm

http://www.guiainfantil.com/salud/ojos/ceguera.htm



domingo, 25 de abril de 2010

El desarrollo y la visión

Después de comentar, problemas de aprendizaje relacionados con la visión, vamos a realizar un breve repaso de algunos aspectos, que de no ser tenidos en cuenta pueden desembocar en este tipo de problemas.
Antes de nada, es muy importante señalar que las características de cada niño son distintas, por lo que para cada caso es necesario centrarse en las necesidades individuales de cada uno. En este post vamos a hablar de manera general, cómo influyen las experiencias del niño en el desarrollo visual.
Partimos de que el Sistema Nervioso es capaz de reaccionar ante los estímulos externos e integrar las experiencias; sería pues un aprendizaje constructivo donde cada individuo construye su propio conocimiento. Este conocimiento, se consigue a través de la estimulación, que permite el crecimiento del Sistema Nervioso. Decimos que el aprendizaje es constructivo, porque el niño es el generador de su propio conocimiento, siempre teniendo en cuenta una base genética a la que se añaden elementos del entorno en el que se encuentra el niño.


A continuación, veremos cómo las experiencias del niño, influyen en el desarrollo de la visión y qué cosas tenemos que facilitarles para un correcto desarrollo. Durante los primeros meses de vida, para alcanzar un correcto desarrollo del sistema visual, debemos tener presente:
  • En las primeras semanas debe haber una prioridad: estímulos ambientales muy suaves y estables.
  • Si la lactancia es artificial la toma del biberón debe ser con posición alternante: unas veces se sujetará al bebé con el brazo izquierdo para darle el biberón con el derecho y otras de forma opuesta. La llegada de los estímulos, durante los períodos de activación, debe ser simétrica.

  • Poco a poco hay que brindarle la posibilidad de abrirse hacia el exterior. Los estímulos deben ser adecuados al nivel de sensibilidad. Hay que evitar que le irriten y le inestabilicen.

  • Iniciar la vida en el suelo cuando sea capaz de voltear. Potenciar el volteo hacia un lado y hacia el otro.

  • Estimular el arrastrado y el gateo. Es una etapa fundamental para establecer un buen proceso de binocularidad. Se potencia la relación entre los dos hemisferios cerebrales. No se logran las mismas experiencias organizativas con caminadores o “taca tás”.

  • En el suelo es muy importante el juego con elementos móviles: pelotas, globos, juguetes mecánicos que se desplacen, etc. Con ello se estimula la visomotricidad, el mantenimiento de la fijación y el movimiento del cuerpo de forma coordinada.

  • Cuando ha conquistado la bipedestación (puesta en pie) es de gran interés, para terminar de enriquecer la experiencia de los planos del espacio, que el niño se mueva sobre superficies inestables (arena, módulos de goma-espuma, etc).

  • Enriquecer el período de manipulación con encajes, construcciones, collares, elementos de diferentes texturas, frutas, esponjas, etc consolidará la coordinación ojo mano.

  • Correr, saltar, dar volteretas, hacer el pino...

Como hemos visto, el desarrollo y la óptima función visual están directamente relacionados con las experiencias vividas en los primeros meses de edad. Vamos a seguir avanzando, a partir de los 6 meses, otra etapa muy importante en el desarrollo para seguir adquiriendo diferentes capacidades.

Alrededor de los seis meses, el niño entra en una etapa de gran actividad, donde los movimientos oculares al igual que el control de los músculos esqueléticos toman gran importancia. Comienza a establecerse una interrelación entre la postura, la movilidad y la visión.

Con el gateo se activa la visión binocular, la audición biaural, los laberintos, los nervios oculomotores, el reflejo postural y los músculos del cuello y del tronco. Toda esta activación permite alcanzar el nivel de mielinización y de organización mesencefálica idóneos para seguir avanzando. A partir de este periodo de edad, donde el niño comienza a experimentar en el entorno por sí mismo, es muy importante que juegue con juguetes de distintas formas, texturas y tamaños, además de realizar actividades como tirarse la pelota, etc donde aprenderá a medir las distancias.

Para finalizar, cuando el niño tiene bien desarrollada la capacidad visual tiene más facilidad para correr, saltar, sortear obstáculos, evitar irregularidades del terreno, montar en bicicleta, etc, y a su vez la actividad visual se ve estimulada con nuevos niveles de experiencias que le permiten ser más eficaz.

Además, diferentes estudios afirman que los niños considerados torpes, con movimientos ineficaces, que tropiezan con facilidad, que no les gusta hacer deporte, que les cuesta montar en bicicleta... también muestran, en un alto porcentaje, ineficacia en los movimientos oculares.

Por todo lo que hemos visto anteriormente, es muy importante que se de un buen desarrollo en el niño, ya que todos los sistemas cerebrales interactúan, provocando un crecimiento y un avance en las capacidades del niño. Además, la intervención de los especialistas en el desarrollo es importante para la correcta evolución física, emocional y mental del niño.

Si deseais obtener más información sobre este tema, acudir a la siguiente dirección: www.visiónyvida.org

jueves, 8 de abril de 2010

Problemas visuales relacionados con problemas de aprendizaje

Este tipo de problemas visuales afectan directamente al modo en que aprendemos, leemos, escribimos, y a la destreza con la que realizamos las tareas. Por tanto, un problema que afecte a alguna de las habilidades visuales puede tener un impacto importante sobre el aprendizaje.
Como la visión y el aprendizaje están íntimamente relacionados, en muchas ocasiones un problema de aprendizaje está enmascarado en un problema visual.

Muchos adolescentes con problemas visuales pueden estar mal diagnosticados de deficiencias en el aprendizaje (Deficit atención con y sin hiperactividad, Dislexia, etc). Existen varias razones para esta asociación. Por ejemplo, los niños que tienen problemas de aprendizaje relacionados con problemas visuales no pueden mantener su trabajo en visión próxima en el colegio. Pueden estar mal diagnosticados de Deficit de atención y tampoco pueden mantener la atención en el trabajo escolar.Por tanto, son iguales comportamientos y distintos diagnósticos, por lo que hay que estar alerta para no diagnosticar al niño de algo que no tiene y dejar de lado el verdadero problema.

Lectura y escritura

Todos nosotros tenemos que ver o visualizar cuál es el significado de las palabras q leemos o escribimos. En ocasiones, personas con problemas de aprendizaje relacionados con la visión pueden ver palabras, pero no pueden ver lo que significan. Y lancemos una pregunta, si uno mismo tuviera ese problema, seguramente ¿encontraría agradable la lectura y la escritura? Evidentemente, la respuesta sería “No”.

La lectura y la escritura son las dos tareas más importantes que las personas desarrollamos en el colegio y en muchos trabajos. Cada vez que leemos un texto de un libro, de una hoja de papel o de una pantalla de ordenador, estamos desarrollando una tarea visual.

La lectura:¿cómo leemos?

Mientras leemos necesitamos:
  • alinear los dos ojos en el mismo punto, simultaneamente y de forma precisa.
  • enfocar ambos ojos para hacer que el material de lectura se vea claro y se mantenga claro.
  • mover los ojos continuamente (de forma coordinada) a lo largo de la línea impresa.
  • descodificar las palabras y visualizar su significado.
  • cuando movemos los ojos a la siguiente línea, comenzamos de nuevo con el proceso anterior.

Comprensión lectora

Para realizar una comprensión del material leído de forma constante tomamos la información visual y a continuación decodificamos la palabra y la transformamos en una imagen mental.
La visualización y la memoria se usan para relacionar la información con lo que es conocido y ayudar a dar sentido a lo que se esta leyendo.

La escritura: ¿cómo escribimos?

El proceso de la escritura funciona de forma inversa al proceso que seguía la lectura.
Comenzamos creando una imagen en nuestra mente y la codificamos en palabras.
Al mismo tiempo que controlamos el movimiento del lápiz tenemos que seguir trabajando para mantener el sentido del texto que estamos escribiendo.

Desde el principio al fin estamos enfocando nuestros ojos y los movemos juntos mientras vamos realizando el proceso de escritura. Es importante señalar, que tanto en la lectura como en la escritura, están involucrados procesos visuales muy complejos. Por lo que cualquier problema en alguna o en todas las habilidades visuales en los procesos descritos anteriormente presentará dificultades de alguna manera con la lectura y/o la escritura.

En algunas ocasiones, esta dificultad visual que afecta a la lectura y a la escritura es realmente difícil de detectar. Un Optometrista Comportamental está preparado para evaluar todas las partes del proceso visual, y si es necesario puede prescribir lentes y Terapia visual para mejorar las pruebas de lectura y escritura.

La visión y el Déficit de Atención por Hiperactividad (DAH)

Algunos niños con dificultades en el aprendizaje presentan comportamientos específicos de impulsividad, hiperactividad y distracción. Este comportamiento se conoce como DAH: Desorden por Déficit de Atención por Hiperactividad.

Algunos problemas visuales que no han sido detectados y no han sido tratados, pueden producir síntomas similares a los que son comúnmente atribuidos a un DAH. Debido a estas similitudes, algunos niños con problemas visuales son catalogados con dicho trastorno.

Los problemas de visión pueden tener un gran impacto en el desarrollo académico y en el comportamiento en clase.
Los padres que sospechen que su hijo pueda tener un problema de visión, que pueda estar influyendo en problemas en el comportamiento y en el aprendizaje, deberían acudir a un optometrista comportamental para realizar un examen completo del funcionamiento de la visión.

El fracaso escolar y los problemas visuales

¿Cómo detectar si hay dificultades en el aprendizaje debido a un problema de visión?
El aprendizaje se produce mediante numerosos y complejos procesos que están interrelacionados, y en los que la visión juega un papel clave.
Muchos de los signos, síntomas y comportamientos asociados con incapacidades de aprendizaje, son similares a aquellos causados por problemas visuales.

Por esto es muy importante que se incluya un examen completo de la visión, como parte de la evaluación interdisciplinar, de todos los niños que están empezando a fracasar en el colegio.