viernes, 30 de abril de 2010

Vision niños

Sistema optico:

El ojo es el órgano del sentido de la vista. Este recoge sensaciones ópticas o visuales realizando acciones específicas como mirar, observar y ver. El nervio óptico envía las sensaciones al área del cerebro que se encarga de interpretarlas, archivar la información o reaccionar ante ella gracias a las conexiones neuronales.

El nervio óptico está formado en la octava semana de embarazo, y el cerebro responde a la luz en la semana 27 ó 28. De hecho los prematuros de 30 semanas mantienen su mirada en figuras estimulantes.

Al nacer, el ojo tiene un diámetro aproximado de 17 mm. Y a los 3 años ha crecido hasta los 22,5 mm. A partir de esta edad suele aumentar a razón de 0,1 mm por año hasta los 14 años que alcanza el tamaño adulto, alrededor de 24 mm. Por lo tanto el mayor crecimiento después de nacer se realiza en los 3 primeros años de vida.

Control de la vista:

Tras el parto se comprueba la normalidad de la anatomía del ojo y el reflejo rojo del fondo del mismo. Despues el Pediatra comprueba la simetría y la movilidad ocular a través de pruebas como el reflejo rojo del fondo del ojo, la sensibilidad de la córnea a la luz o la agudeza visual. Es aconsejable una valoración en el primer mes de vida para comprobar que no existan malformaciones, aproximadamente a los 7 meses un examen que descarte el estrabismo, otra al año y medio para confirmar la evolución correcta y a partir de los 24 meses una revisión bianual como mínimo hasta los 14 años que el ojo alcanzará el tamaño adulto. Hay un grupo de niños y niñas más susceptibles de sufrir algún problema visual como los prematuros, los que sufren alteraciones metabólicas y los que tienen antecedentes familiares de problemas oculares. En estos casos el Oftalmólogo infantil realiza una evaluación después del nacimiento y un seguimiento posterior.

Evolución y control de la vista en niños:

Al nacer el ojo está anatómicamente formado, sin embargo funcionalmente tarda un tiempo en madurar, las células aún no tienen capacidad de ajuste a diferentes distancias y no pueden dirigir y enfocar correctamente.

En los primeros instantes sólo percibe fácilmente la sensaciones de claro y oscuro, la movilidad del ojo es muy limitada y la agudeza visual también. Pasadas unas horas percibe las imágenes a unos 30 centímetros de distancia en blanco y negro y reacciona cerrando los ojos y girando la cabeza ante una luz fuerte. Durante los primeros meses prefiere mantener su mirada sobre los colores que ofrecen mayor contraste y, entre las combinaciones, llama más su atención el contraste del blanco y el negro.

A los 15 días muestra una preferencia clara por los rostros y al finalizar el primer mes distingue la cara de la madre de las demás. Sin duda este logro se produce gracias a que en el momento de alimentarle el contacto visual entre la madre y el bebé es intenso y se realiza a una distancia aproximada de 30centímetros en la que el bebé ve la imagen con mayor nitidez.

La capacidad de seguir objetos en movimiento mejora rápidamente. Comienza por hacer un seguimiento visual de objetos grandes con mucho contraste en los colores y que se mueven deprisa para evolucionar con el paso de los meses hacia el seguimiento de objetos pequeños, de menor contraste y movimiento lento.

Con un mes percibe algunos colores como el rojo y el verde, además del blanco y el negro y durante el segundo mes manifiesta gran sensibilidad a los objetos brillantes, con preferencia hacia aquellos que se mueven.

En el tercer mes comienza a seguir con la mirada el movimiento de los objetos y cumplidos los 4 meses ya percibe con claridad a una distancia de 40 centímetros. En esta edad reacciona girando la cabeza y abriendo mucho los ojos cuando un objeto se le aproxima demasiado, también aparece la visión binocular porque el bebé empieza a enfocar los dos ojos al mismo tiempo. Gracias al dominio progresivo de esta habilidad percibe las tres dimensiones y podrá calcular la distancia a la que se encuentran las imágenes que ve. Cuando los niños y niñas sufren estrabismo carecen de visión binocular.

En el sexto mes percibe, además de los mencionados anteriormente, el color azul y el amarillo y progresivamente percibirá los valores y las intensidades de los demás, por eso a partir de esta edad los colores que más le atraen son vivos y brillantes.

Los síntomas de problemas en la vista en el niño o bebé

El sentarse muy cerca de la televisión, quejarse constantemente de dolor de cabeza y de ojos cansados, escribir cada vez más con la cara coladita al papel, sentir dificultad de leer a distancia, comprimir los ojos para ver algo que está alejado, perder el interés por la lectura y los estudios, tener dificultad para correr y parecer torpe en los movimientos, y presentar excesivo lagrimeo y escozor en los ojos, son algunas señales con las que puedes identificar si existen problemas o no con los ojitos de tu niño o niña.
Además de estos síntomas relacionados a la conducta del niño, existen otros directamente relacionados a la apariencia como:

- Cuando los ojos del bebé tiemblan o se desvian sin motivo alguno.

- Cuando los ojos no siguen la cara ni la voz de los padres.

- Cuando las pupilas de los ojos son demasiado grandes o pequeñas.

- Cuando las pupilas de los ojos no son escuras y sí opacas, como se tuviesen un filtro nublado.

- Cuando los ojos no se presentan alineados, y sí cruzados o volcados hacia fuera.

Alteraciones en la visión:

En lactantes sólo es posible valorar “que el niño ve”, es decir, que hay respuesta y reacciona a los estímulos de una luz, e incluso muestra algún seguimiento al movimiento de una luz brillante. Cuando el niño tiene una edad comprendida entre 2 y 3,5 años se utilizan tests de dibujos de objetos y animales que le resulten familiares. Entre 3,5 y 5 años la evaluación se puede hacer con signos y símbolos sencillos y fácilmente identificables. A partir de los cinco años ya se pueden utilizar también los números.

La capacidad de visión del niño va aumentando con el transcurso del tiempo. Siendo conscientes de la relatividad de estos datos diremos que, al mes de nacer, el niño tiene un 5% de la visión que alcanzará de adulto. Esta capacidad pasa a ser del 20 % entre los 2 y los 4 meses, alcanzado entre un 30% y un 40% al cumplir un año. Sólo cuando el niño cumple 3 ó 4 años alcanza el 100% de la visión.

Con independencia de estos tests de visión, conviene evaluar no sólo la capacidad visual sino también otros aspectos de la visión que tendrán un protagonismo importante en el desarrollo motriz e intelectual del niño. En este sentido, nos gustaría dejar clara la importancia del conocimiento del sistema visual humano y su desarrollo de forma que los padres puedan colaborar en el diagnóstico y prevención de los problemas que pueden incidir de manera especial en esta etapa infantil y que pueden ocasionar graves trastornos en la formación, la psicología y las capacidades intelectuales y sociales del niño.

La hipermetropía:

Las imágenes se forman detrás de la retina dificultando la visión de cerca y aunque con gran esfuerzo de acomodación se puede conseguir que se formen en la retina, las consecuencias pueden ser el cansancio visual, el dolor de cabeza y, si no se corrige, incluso llegar al estrabismo.

Cuando el bebé nace suele sufrir una hipermetropía de unas 3 dioptrías debido a que el ojo tiene una longitud axial pequeña. A los 3 años más o menos se alcanza el estado de refracción correcto, aunque esta hipermetropía de evolución puede alargarse hasta los 6 u 8 años.

En el caso de la miopía la imagen se forma antes de llegar a la retina disminuyendo la agudeza visual de lejos.

El astigmatismo:

está producido porque la curvatura de la córnea tiene la forma de un balón de rugby y al enfocar una imagen las líneas horizontales y verticales se confunden.

El estrabismo:

Supone la desviación de un ojo o de los dos en alguna posición de la mirada. Hasta los 6 meses suele ser habitual la desviación ocasional de la mirada.

Defectos visuales más frecuentes.

El ojo vago (Ambliopía)

Hablamos de ojo vago cuando uno o los dos ojos no alcanzan la agudeza visual esperada sin causa orgánica que lo justifique, aún llevando gafas con la graduación adecuada para corregir las dioptrías.

Este tipo de anomalía visual afecta al 2-4 % de la población y puede tener distintas causas:

a) En el ojo no se produce una estimulación suficiente y se desvía (estrabismo).

b) La calidad de las imágenes recibidas por el cerebro no es la adecuada por un problema de dioptrías (defectos de refracción)

c) No llega estímulo suficiente al cerebro: oclusiones prolongadas de los ojos, cataratas, alteraciones corneales,... ya que para el desarrollo visual adecuado el cerebro debe recibir impulsos nerviosos procedentes de los ojos, no sólo de la misma intensidad sino también de un tamaño y forma adecuadas.

Tratamiento del ojo vago

Consiste básicamente en estimular el ojo que está retrasado e incluye tres pasos:

1. Eliminación de los obstáculos a la visión.

2. Graduación adecuada.

3. Oclusiones para la estimulación de la visión del ojo vago.

La eficacia del tratamiento guarda una importante relación con la edad a la que se inició el mismo, y vamos a explicar por qué.

El desarrollo del aparato visual dura hasta los 8 años aproximadamente. Hasta esta edad es teóricamente posible recuperar un ojo vago, aunque la eficacia del tratamiento depende mucho de la edad a la que éste comience. A partir de esa edad la agudeza visual queda "fija" y no es posible recuperar más visión. Puesto que la visión queda "fija" a los 8 años, ésta será la edad máxima hasta la que podamos tapar los ojos para tratar un estrabismo.

Por eso, debemos empezar cuanto antes a detectar la posible existencia de un problema de este tipo. En general toda ambliopía es recuperable si se empieza a tratar antes de los 3 años y medio, por lo que las revisiones ordinarias de prevención de ojo vago deben comenzar a esta edad (además, el niño ya puede colaborar más activamente en la exploración). Generalmente se realiza una segunda valoración entre los 5 y los 6 años.

El estrabismo

El estrabismo es la desviación de los ojos con pérdida de la alineación ocular. La desviación puede producirse hacia la zona nasal, hacia fuera o puede ser vertical.

Generalmente viene asociado a la ambliopía (ojo vago). Incluso puede ocurrir que el estrabismo no se manifieste de forma frontal y, sin embargo, haya alguna limitación en el movimiento de los ojos en otra posición. Muchas veces el estrabismo llega a producir tortícolis, una desviación de cabeza y cuello hacia uno de los hombros del niño. Por eso, en todo paciente con tortícolis es conveniente valorar los movimientos oculares.

Son varias las causas que pueden provocar un estrabismo: ojo vago, defectos refractivos, fibrosis, parálisis de algún movimiento ocular o síndromes congénitos. El estrabismo tiene distintos tipos de tratamiento en función de su origen, edad del paciente y evolución. Para su corrección pueden utilizarse gafas, cirugía o ambos sistemas.

Defectos de Refracción

El desarrollo del sistema visual de los niños se produce al compás del desarrollo del ojo. El ojo es como una cámara de fotos (Círculo Novovisión nº1) que enfoca en la retina. Al crecer el ojo este enfoque puede cambiar y pueden aparecer los defectos de refracción (dioptrías) que conviene tratar a tiempo.

Al principio, casi todos los niños tienen algo de hipermetropía, que va desapareciendo con el tiempo. Este problema de hipermetropía en los niños se compensa por la gran capacidad de acomodación del enfoque del ojo en los primeros años (ver apartado presbicia).

La graduación en los niños muy pequeños la efectuamos en ocasiones mediante una técnica llamada ESQUIASCOPIA, que consiste en el estudio de las sombras que se producen en la retina al enfocar con una luz, habiendo dilatado previamente la pupila. Estas sombras son diferentes según veamos una miopía, hipermetropía o astigmatismo. De acuerdo con los resultados de la esquiascopia se tratará el problema en cuestión.
Una vez más, seguir el desarrollo del sistema visual en el niño de forma periódica es el mejor camino para un tratamiento adecuado de los problemas visuales.

La ceguera

Es el mayor problema de la vision, la ceguera. Una persona funcionalmente ciega es aquella que no ve nada (ciego total) o que solo posee percepción de luz u otros destellos. Las causas de esta discapacidad residen en:
- Enfermedades de origen hereditario como cataratas congénitas, renitis, miopía degenerativa, etc.
- Enfermedades de origen congénito: atrofía del nervio óptico, pérdida de la agudeza visual, rubéola durante el embarazo.
- Trastornos de origen traumático: en la retina, excesiva administración de oxígeno en la incubadora, retinopatía diabética, desprendimiento de la retina.
- Trastornos producidos por tumores, virus o tóxicos: tumor en la retina, inflamación y degeneración del nervio óptico.

http://sapiens.ya.com/eninteredvisual/ftp/evolucion_y_revision_de_la_vision.htm

http://www.clinicasnovovision.com/web/salud_2.aspx

http://www.guiainfantil.com/salud/ojos/vision.htm

http://www.guiainfantil.com/salud/ojos/ceguera.htm



1 comentario:

  1. Hola

    Muy interesante la información respecto a como ven los niños desde que nacen, una amiga mía acaba de tener una niña y se la dejaré, para que sepa como va viendo y pueda estimularla, primero con blanco y negro, etc.
    Gracias
    Rosa María Rosell Borox

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